No quiero ser el cuervo… pero alguien tiene que decirlo
No me gusta ser el que te dice lo que nadie se anima.
Pero si nadie te lo dice, vas a seguir perdiendo.
- Si escuchás “ahora no” todas las noches…
- Si sentís cómo se tensa cuando la tocás…
- Si ves que cuando hablás, ella pone los ojos en blanco…
- Si notás que tu opinión ya no vale, y tu presencia no pesa…
- Si ves que ella te corrige, te desafía, te ignora…
No se va a arreglar.
No “mágicamente”.
No “con el tiempo”.
No “cuando ella se dé cuenta”.
No “si sos más atento”.
No “si hacés más en la casa”.
No “si le das más espacio”.
Al contrario.
Va a empeorar.
Y lo peor es que ni te das cuenta.
Es como una gotera.
Un día, una gota y no pasa nada.
Pasan días y no pasa nada.
Pero, si lo dejás ser, llega un momento en que el techo se cae.
Cada día perdés algo.
Un poco menos de respeto.
Un poco menos de deseo.
Un poco menos de vos.
Y si no hacés nada, un día te despertás y ya no hay vuelta atrás.
Mirá este video ahora mismo.
(No lo compartas. No lo expliques. Solo miralo.)
Son 45 minutos donde te muestro:
- Por qué tu matrimonio se está hundiendo.
- Qué estás haciendo mal.
- Y cómo recuperar el control sin hablar con ella ni pedirle nada.

Dejá tu email para recibir acceso inmediato.
(Podés darte de baja cuando quieras.)
IMPORTANTE:
Mando correos todos los días. A veces soy brutal.
No esperes dulzura. Esperá resultados.